
Comúnmente confundidos con puntos negros (porque realmente se parecen muuuucho) los filamentos sebáceos son completamente normales, casi todo el mundo los tiene y no hay nada de qué preocuparse. En realidad son muy diferentes a los puntos negros y existen para ayudar a tu piel en lugar de obstruirla.
ENTONCES, ¿CUAL ES LA DIFERENCIA?
Las diferencias más obvias son el color y el tamaño. Los filamentos sebáceos tienden a ser de color más claro que los puntos negros y aparecen de color gris, amarillento o blanco. Los puntos negros son, tatataaan, negros. Esto se debe a que el sebo y las células muertas de la piel se exponen al aire y se oxidan. Los puntos negros suelen ser más grandes que los filamentos sebáceos.
Otra diferencia importante es que, a diferencia de los puntos negros, los filamentos sebáceos no son técnicamente comedones (poros obstruidos). Los comedones son los precursores de los brotes de acné, mientras que los filamentos sebáceos en realidad no se convierten en granos a menos que te metas con ellos y los molestes.
¿Cómo eliminarlos?
Antes de contarles cómo eliminar los filamentos sebáceos, queremos repetir que ¡tenerlos es completamente normal! Como son parte de la estructura natural de nuestra piel, casi todos los tenemos en cierta medida. Gracias a Photoshop, podríamos pensar que no es así, pero confía en nosotras, lo es.
~ Usar exfoliantes químicos BHA como el ácido salicílico para limpiar los poros profundamente.
~ RETINOL! este componente ayuda a aumentar la renovación celular, lo que evita que las células muertas de la piel se atasquen en los poros.
~ Usar crema hidratantes sin aceites pesados o ingredientes comedogenicos. Asegúrate de mantener tu piel bien hidratada.

