
Conocer las diferencias entre los tipos de piel es importante para tratar las necesidades de tu piel. Pero a veces no es tan sencillo como parece. Comprender cómo se diferencian estas dos condiciones de la piel (y cómo se tratan mejor) podría ser lo único que te separa de una piel saludable! PIEL DESHIDRATADA La palabra «deshidratada» se refiere a tener una condición específica de la piel, es una condición que cualquiera puede experimentar en cualquier momento, de hecho, incluso las pieles grasas y mixtas pueden deshidratarse. En lugar de carecer de aceite, la piel deshidratada carece de agua, que es vital para que se vea «rellena» y saludable. La piel deshidratada se ve sin vida debido a la deflación de las células superficiales. Puede ser causada por cualquier cosa que dañe la barrera cutánea, como los cambios de temperatura, el mal tiempo, el estrés, el daño solar y la falta de sueño. ~ Evita usar exfoliantes con partículas gruesas y abrasivas, porque agravarán el problema. Usa exfoliantes químicos como el ácido glicólico. ~ Busca sueros que contengan ácido hialurónico para reponer la perdida de agua. ~ Asegúrate de beber dos o tres litros de agua todos los días para mantener el equilibrio de humedad de la piel. PIEL SECA La piel seca necesita aceite. Esta no es una condición temporal, sino que se considera un tipo de piel que tiende a ser más permanente. La piel seca se produce profundamente entre las capas de la piel, pero hace que aparezcan células secas y escamosas en la superficie, haciendo que la piel se vea áspera y un poco agrietada. ~ Primero, refuerza tu régimen de cuidado de la piel con un aceite facial rico y nutritivo. ~ Evite los limpiadores espumosos y fuertes que van a debilitar tu piel, en su lugar, usa un limpiador a base de aceite que aporte humedad a medida que limpia ~ Incluye una buena crema hidratante a tu rutina para sellar la humedad. |